Integrante de las 62 Organizaciones Peronistas

Logo-CGT[1]LA CGT SOBRE LA DEUDA EXTERNA LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO DE LA PATRIA, NO PODEMOS SEGUIR PAGANDO LOS COSTOS DE LA DEUDA ILEGAL E ILEGITIMA.

En el mes de noviembre de 2000, los trabajadores realizamos una marcha en la que reclamábamos la recuperación de la decisión nacional para lograr la independencia económica y financiera de la Patria, eliminando los vínculos de subordinación en la toma de decisiones vitales para el país respecto de los organismos internacionales”.

Lo hacíamos fundados en el fallo de un Juez de la Nación, Ballesteros, que declaraba la deuda asumida por la dictadura cívico militar, como ILEGAL y FRAUDULENTA; ya que la misma no tiene justificación administrativa, ni económica ni financiera; los actos de endeudamiento constituyeron actos ilícitos y no se conoce el destino de los fondos.

Como trabajadores sabemos que las victorias se consiguen luchando. Luchamos para que en nuestro país se condene a los genocidas de la dictadura militar. Y estamos convencidos que es necesario luchar contra los lineamientos económicos neoliberales que impuso esa misma dictadura, y que hasta hoy perduran. En ese sentido, el endeudamiento externo y la entrega del patrimonio común de los argentinos, que fue la principal consecuencia y razón de ser del terror de estado, no fue hasta el momento abordado y confrontado por la sociedad como parte de un mismo problema, con un origen común y sistémico en la dictadura iniciada en 1976, y en cambio, continuados los endeudamientos y saqueos por los gobiernos “democráticos” de los siguientes 30 años. Asistimos a un nuevo intento de negar los derechos que como nación independiente tenemos de investigar el origen lícito o no de la deuda asumida por sucesivos gobierno genocidas y corruptos.

Pasaron 14 años. Sabemos cuánto se pagó. Pero seguimos sin saber a cuánto asciende la deuda y el por qué de las nuevas obligaciones contraídas. Vemos, además, cómo se elevan críticas a la voracidad de los buitres internacionales, mientras se siguen negociando contratos y deudas que replican los mismos mecanismo de entrega, mediante cláusulas secretas, prórrogas de jurisdicción, y condicionamiento de nuestra independencia económica. Intentan volver al camino del endeudamiento, por eso llevan a cabo un ajuste sobre el consumo popular, sobre los salarios de los trabajadores y jubilados; por eso responden a la protesta con represión y se profundizan medidas financieras que solo buscan obtener el superávit externo necesario para seguir pagando.

No vamos a ser cómplices de una nueva entrega de las riqueza de nuestra patria y nuestro pueblo. Así como en los años 90 enfrentamos la entrega de las empresas públicas, no estamos dispuestos a permitir que se sigan entregando nuestros recursos naturales: la tierra, el agua, los glaciares, los minerales, el petróleo, el gas, los bosques y hasta nuestras semillas. Son recetas que solo profundizan la dependencia del poder financiero global.

El propio Francisco nos advertía de esto en su encíclica social: “Además, la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real. A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales. El afán de poder y de tener no conoce límites. En este sistema, que tiende a fagocitarlo todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta.” (EG 59)

Sabemos quiénes son los más perjudicados con esta política de “pagadores seriales”. Somos los trabajadores, que vemos comprometidas nuestras fuentes de trabajo, nuestras condiciones salariales y vemos restringidos el acceso de nuestro pueblo a los derechos fundamentales.

 No vemos claro, además, que el gobierno y gran parte de la oposición, más allá de las palabras, estén dispuestos a transitar el camino de la soberanía; que consistiría en la inmediata conformación de una comisión multisectorial con representación parlamentaria que lleve adelante una AUDITORÍA profunda sobre la deuda externa en su totalidad, partiendo de lo estipulado por el fallo Ballesteros en su momento, y avanzando sobre la deuda contraída con posterioridad y las reestructuraciones llevadas a cabo por los gobiernos sucesivos. El objetivo inmediato debe ser definir cuál es la deuda legítimamente exigible, diferenciándola de aquella que por sus raíces ilegales debe ser rechazada.

Estamos convencidos que avanzar con esta propuesta nos abre la posibilidad de establecer y consolidar un nuevo arco de políticas financieras y comerciales entre nuestro país y el resto del mundo, sobre todo con los demás países Suramericanos que, como nosotros, buscan superar siglos de colonización, dependencia y dominación.

Hacemos una llamado a todos los trabajadores, a aquellos que tienen un trabajo digno, a aquellos que sobreviven aferrándose a empleos con sueldos de hambre, a los que buscan denodadamente un trabajo y a los que habiendo trabajado y aportado reciben una jubilación que cada día alcanza para menos, a que nos comprometamos en esta lucha, porque es la lucha de un pueblo por su dignidad, por su independencia y por el bienestar de todos los que habitamos este suelo. Está en juego mucho de lo que hemos conquistado, y está en nosotros ser protagonistas de nuestro destino.

Buenos Aires, 21 de agosto de 2014
PLENARIO DE DELEGACIONES REGIONALES
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL
CONFEDERACION GENERAL DEL TRABAJO

 

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