Protesta sindical
La Marcha Federal concluyó en la Plaza de Mayo. En los discursos hubo reclamos por la inflación y el desempleo.
Frente a una multitudinaria Plaza de Mayo, de espaldas a la Casa Rosada, el secretario general de la CTA de los Trabajadores Hugo Yasky, el último orador de la jornada, recogió el cántico que los cerca de 200 mil manifestantes entonaban desde temprano. “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”, cantó el líder sindical. La enorme marea humana lo imitó.
No importó que un rato antes se escucharan silbidos cuando la locutora mencionó los nombres de los referentes de la CGT Pablo Moyano y Sergio Palazzo. “La unidad entre la CGT y la CTA crece y se hace fuerte. Las dos CTA nos tenemos que unificar. Vamos a poner la agenda social que el Gobierno se niega a discutir”, sentenció Yasky ante una platea diversa, pero con un objetivo en común: marcarle la cancha al Gobierno. “Empezó la cuenta regresiva de ese paro nacional convocado por todas las centrales sindicales del país para decirle al Gobierno que hasta acá llegó el ajuste”, señaló el dirigente obrero cercano al kirchnerismo en el el epílogo de la Marcha Federal convocada por 120 organizaciones, que había comenzado el 31 de agosto y culminó ayer para protestar contra el ajuste, los despidos, el tarifazo y la detención de Milagro Sala.
La mayoría de los manifestantes, que emulaban la marcha homónima de 1994 contra Carlos Menem, eran simpatizantes de las diferentes corrientes del kirchnerismo, como la Tupac, Kolina, La Cámpora y Miles. Sin embargo, como observó Yasky, la movilización no hubiera sido posible sin la colaboración de la la CGT y la CTA de los Argentinos. Había, en efecto, tantas banderas verdes de los trabajadores estatales de ATE como de agrupaciones cristinistas. El Movimiento Evita, alejado del FPV, también fue de la partida. Pablo Micheli, titular de la CTA, fue silbado por militantes que no le perdonan su oposición a Cristina Kirchner. “Vamos a construir ese paro nacional. O cambian o va a haber lucha todo el tiempo”, advirtió Micheli. El titular de la CTA de los Argentinos fue muy duro con el Gobierno. “Se debaten entre un ajuste violento o gradual. ¡Ajuste, las pelotas!, bramó.
Micheli, Yasky y el secretario de ATE Capital Daniel Catalano, además de pedir unidad, exigieron la reapartura de las paritarias y llamaron a una movilización para el 16 de septiembre, cuando se desarrollarán las audiencias públicas del gas. Todos alertaron por la caída del consumo y del empleo en los centros urbanos. Sin excepción reclamaron por la libertad de Sala, que envió una carta que leyó Catalano. La respuesta del Gobierno a propósito de la líder de la Tupac fue contundente. La presidenta en ejercicio Gabriela Michetti se mostró en Jujuy con el gobernador Gerardo Morales. La destitución de Dilma Rousseff en Brasil y la situación política en Venezuela y Bolivia fueron otros de los reclamos de los opositores.
En el Gobierno primó el silencio. Solo el ministro de Trabajo había señalado por la mañana que la marcha estaría muy politizada. “No nos merecemos a Presidente como el que tenemos ni a un ministro como usted”, lo criticó Micheli. Entre el miércoles y la siguiente semana, Triaca recibirá al dirigente. En el Gobierno dicen que el pedido de audiencia era anterior a la manifestación, pero no negaron que Yasky pueda sumarse.
FUENTE:CLARIN