Hace nueve años comencé a gestar un sueño. En aquellas épocas, como la idea parecía ser muy complicada (casi imposible), muchos me tomaron por loco. Recordé una frase del escritor Paulo Coelho: “Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.” Y como nunca tuve miedo, la opción del fracaso no existió.
Pasó mucha agua bajo el puente y después de soportar desagravios personales, persecuciones, insultos y hasta el congelamiento de mi sueldo en el año 2006 para que me tuviera que ir de la empresa para la cual trabajo, hoy ese sueño es concreto, es una realidad.
Todos los que estamos en el Comercio y somos jerárquicos sabemos las penurias que en los últimos diez años hemos tenido que soportar, como fue el solapamiento de los sueldos, los miedos y amenazas que generaban las empresas o la humillación de trabajar de diez a catorce horas diarias. Lo peor que me pasó en estos años fue el haberme dado cuenta, haber tenido la gran decepción que, personas con grandes cargos que decían defender a los trabajadores, están cumpliendo la función contraria, es decir, trabajan para defender los capitales de los empresarios. Uno de ellos, el señor Armando Cavallieri, un Secretario General que trabaja en contra de los intereses de los trabajadores, y el otro es el Ministro de Trabajo Carlos Tomada que para resolver nuestro expediente (cuyo trámite dura tres meses) lo estiró a siete años y lo firmó, finalmente, porque un juez lo obligó poniéndolo entre la espada y la pared.
Desde ahora comienza la nueva etapa de encauzar a todos los compañeros del sector gracias a la herramienta que hemos conseguido crear y que se sigue construyendo con el esfuerzo diario y con el sueño más real y firme que nunca. Además debemos estar muy satisfechos y contentos pues estamos logrando la dignidad y respeto que hemos buscado por tanto tiempo.
El año 2013 será recordado por todos por lo que pudimos conseguir gracias al constante esmero y esfuerzo, pero este 2014 deberá ser el año de la organización y el trabajo, del crecimiento y de la mayor unión, es por ello que quiero llegar a todos los compañeros para pedirles su colaboración afiliándose y darles las gracias por estar a pleno con nuestra idea, con nuestras convicciones, con el sueño que tuve hace ya tantos años y que hoy nos muestra un futuro cada vez mejor, sin miedos.