Más de 200.000 empleados de pequeñas y grandes compañías reciben cuponeras de descuentos y “gift cards” para utilizar en más de 5000 locales. A diferencia de lo que sucedía en los 90 con los Luncheon Tickets o Tickets Restaurant, ahora estos “simil vouchers” no son parte del sueldo para gastar solo en comida sino que son beneficios corporativos que pueden utilizarse en locales diversos.

Los millenials, que según todos los estudios internacionales se preocupan más por su crecimiento laboral que por sus salarios, seguramente no lo saben pero hasta hace una década, la mayor parte de los empleados en relación de dependencia cobraban parte de sus sueldos en vales de comida, comúnmente llamados “Ticket Canasta”.

El mecanismo creado en 1989 por Domingo Cavallo, en épocas de hiperinflación, llegó a alcanzar más de 1,5 millón de trabajadores y a sumar por año más de $ 4000 millones. Ese negocio terminó hace una década, y a favor de los nuevos empleados y también de los que sufrieron el sistema de los vales de comida, hubo una reconversión beneficiosa.

Ahora, las empresas, sobre todo las multinacionales grandes, han vuelto a incorporar un beneficio para sus empleados al estilo tickets, pero que no tiene relación con sus salarios (ni se descuenta de ellos), sino que es exclusivamente un premio, un plus o un bonus. Se trata de cuponeras con descuentos o tarjetas de regalo precargadas, que pueden utilizar en hasta 5000 locales. Más de 200 empresas en la Argentina ya sumaron estos premios a sus programas de beneficios, con el objetivo de mejorar el clima laboral.

Un ejemplo de esta nueva tendencia es el de la empresa CuponstarHR, una marca de Bondacom, que reinventó el sistema de cuponeras que ofrecen descuentos para la compra tanto de productos como de servicios. Según comentaron desde la firma, algunas de las compañías que brindan estos servicios a sus empleados son de las más grandes del país como Farmacity, Wall Mart, Telefónica, Carrefour, Axion, Cencosud, Banco Hipotecario y Trenes Argentinos.

“Al paquete de 400 descuentos, le sumamos beneficios para los empleados”, explicó a Télam el cofundador de Bondacom, Brian Klahr. La experiencia comenzó hace dos años y medio con un club de descuentos para alumnos de la universidad privada del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA). Ahora la propuesta fue implementada por los departamentos de recursos humanos desde pequeñas empresas de 50 empleados hasta las grandes compañías.

“Más de 200.000 personas que trabajan en empresas en Argentina, Uruguay y Paraguay, están utilizando el sistema, lo que significó para CuponstarHR un incremento en su facturación de hasta el 10% en el último año”, detalló Klahr.

Los descuentos que se ofrecen cubren desde gastronomía hasta indumentaria y entretenimiento, de cadenas como Cinemark, Hoyts, Burger King y Aerolíneas Argentinas. Todas las semanas diseñan noticias, carteleras y banners en formatos físicos y digitales para que las empresas puedan comunicar los descuentos a sus empleados.

Los empleados eligen el beneficio que quieren utilizar desde la página web del programa de beneficios o la aplicación móvil y recibe gratis un SMS con un cupón que presentan en el establecimiento.

Otro caso es el de OhGift Card, las tarjetas donde las compañías cargan un monto determinado y entregan a sus empleados para que las gasten en más de 100 marcas que suman unos 3000 locales en el país. Según Cruz González Smith, CEO de la compañía, la entrega de estas tarjetas en su formato físico como digital, creció exponencialmente en los programas internos del mercado corporativo.

“Tenemos convenios con más de 300 empresas líderes que entregan las gift cards a sus empleados en determinadas fechas o para premiar la fuerza de venta, entre otros objetivos”, dijo el ejecutivo que agregó que en el caso de las genéricas -que pueden utilizarse en diferentes rubros- al contrario de lo que muchas oficinas de recursos humanos creían, no se gastan principalmente en supermercados. Solo el 30% de los beneficiados utilizaron sus tarjetas en esos canales.

FUENTE: El Cronista